El caso del pasaporte entregado al narcotraficante Sebastián Marset sigue generando repercusiones en Uruguay, tanto en el ámbito político como en el judicial.
Un aspecto importante aún por esclarecer es cómo un documento del Ministerio de Relaciones Exteriores llegó a la Torre Ejecutiva para ser destruido por el entonces asesor presidencial Roberto Lafluf.
Este documento, elaborado por la ex vicecanciller Carolina Ache, contenía los diálogos vía WhatsApp que había mantenido con Guillermo Maciel, quien en ese momento era subsecretario de Interior. Todos los involucrados ya no ocupan sus cargos.
La elaboración del documento fue en respuesta a un pedido de información presentado por senadores del Frente Amplio. Ache entregó el documento en la oficina del entonces canciller, Francisco Bustillo, debidamente protocolizado y en sobre cerrado.
Sin embargo, de manera aún no esclarecida, el documento terminó en manos del asesor presidencial Roberto Lafluf. Según relató Ache posteriormente, Lafluf le pidió que borrara los chats y buscara un nuevo escribano para redactar una nueva versión del documento sin dicho contenido. Ache se negó a hacerlo por considerarlo ilegal y, tras pedir unos minutos para consultar con el presidente Lacalle Pou, Lafluf le comunicó que debía presentar nuevamente el acta que ya había entregado. Ache cuestionó la razón de repetir el proceso, y Lafluf le respondió que había destruido el documento.
Según informa el semanario Búsqueda, el funcionario que entregó el acta a Lafluf es Carlos Mata, quien en ese momento era el encargado del área jurídica de Cancillería y actualmente es el representante de Uruguay ante la ONU en Ginebra, Suiza.
El fiscal de Delitos Económicos y Complejos de tercer turno, Alejandro Machado, está a cargo de investigar la destrucción del acta. Machado avanzará en la causa una vez que concluya la investigación sobre la entrega del pasaporte a Marset.