Alfredo Zitarrosa ahora en Spotify

A paso lento pero firme, las plataformas digitales –en particular Spotify, la vedette– van recibiendo el indispensable catálogo de Alfredo Zitarrosa. En agosto de 2020 se subieron los diez volúmenes de la colección “archivo inédito”, que habían sido editados originalmente con la desaparecida revista Posdata, en 1998, y hacía tiempo eran inconseguibles de forma oficial. Ahora, en el marco del 85° aniversario del nacimiento del cantautor, que se cumplió el 10 de marzo, está disponible el disco Zitarrosa Siempre.

Fue editado originalmente en CD en 1995, por el extinto sello Orfeo, bajo el nombre Zitarrosa siempre. Los inéditos, y hacía cerca de 20 años que también estaba descatalogado e inconseguible. Consta de 14 canciones que hasta ese momento en su mayoría eran inéditas –obvio, como lo decía el título– y fue una especie de aperitivo antes de que Posdata lanzara aquel gran menú para empacharse de lo mejor que había en el amplio archivo del cantautor.

En Zitarrosa siempre encontramos piezas muy interesantes ya desde el arranque, como “Humor negro”, un candombe instrumental grabado en Buenos Aires en 1976, que tiene toda la esencia de la música de Zitarrosa. Paradójicamente, no cuenta con su voz, pero es una muestra clara de que en las guitarras también estaba su alma artística –la composición está acreditada a Zitarrosa y, según la ficha técnica, no hay registro de quiénes tocaron las seis cuerdas–.

Como todo compendio de archivos, las fuentes son muy variadas en el tiempo, en las calidades y en los lugares de registro (abarcan 20 años, de 1966 a 1986, y todos los países que oficiaron de segundo hogar para el cantautor: México, España y Argentina, además de Uruguay, claro está). Por ejemplo, “Humor negro” suena grabada en estudio, con un paneo exquisito de las guitarras, que si las escuchamos con auriculares nos arropan los oídos.

En el otro extremo tenemos “Milonga del desdichado”, que es una “grabación de prueba” de 1975 (en nuestro país) con sonido en mono, más seco y apagado, pero su valor está en que sirve como testimonio de que Zitarrosa y sus guitarristas (que en este caso se sabe que eran Gualberto López, Ciro Pérez y Vicente Correa) le imponían seriedad a la interpretación hasta cuando en teoría estaban “probando” (escuchen el trémolo del arranque).

El disco también tiene variedad en los autores de las canciones, ya que, además de la pluma de Zitarrosa, hay letras de Washington Benavides y de Mario Benedetti, por ejemplo, y músicas de Washington Luzardo, Eduardo Larbanois y varios más. Entre las canciones que no son de autoría de don Alfredo se destaca la milonga “Esta voz” (de Carlos López Alonso y Luzardo), una emotiva pieza que podría estar perfectamente en cualquier disco de los que Zitarrosa editó en vida. “Esta voz es terrón, greda y arena, / aterido penacho de algún cardo, / aspereza de piedra cimarrona / que rebelde se eriza en los picachos”.

Fuente: ladiaria.com.uy

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