Con «C» de Carnaval; Con «C» de Covid

Carnaval en pandemia… no es carnaval.

Sin dudas que desde el año pasado venimos pasando por situaciones y vivencias, adaptadas a la nueva realidad.

En estas fechas le toca el turno al carnaval.

En nuestro país, cada departamento tomó la decisión de realizarlo o no. Pero hablemos del nuestro. La intendencia dispuso de una inversión de 970.000 mil pesos para nuestro carnaval, sin la realización del concurso oficial. Del mismo participarán aquellos grupos que se inscribieron para la prueba de admisión y los que ya estaban clasificados. A cambio, tendrán una reparación económica.

Es así que se dispuso del Teatro de Verano para tal fin. Con aforo reducido de solo 240 personas, tapaboca obligatorio, toma de temperatura, sanitizante, distanciamiento y la prohibición de fumar… aunque sea un espacio abierto.

Los grupos que están participando, armaron una especie de espectáculo. Algunos siguieron con la idea de hacer carnaval de alguna manera, otros habían suspendido las actividades con propuestas a medio hacer, y otros que se presentarían por primera vez a la prueba y no sabían cual era su futuro.

El control de protocolo en el Teatro de Verano, es estricto y está bien. Pero llama la atención que a escasos metros se desarrolla un campeonato de voley playa, también bajo la impronta de la intendencia, y aunque también es al aire libre como carnaval, no se controla el distanciamiento, ni el humo, ni la temperatura ni nada de nada. No hay lógica.

La entrada es gratuita y como ya dijimos, con aforo reducido. Así mismo, el público no está acompañando. Ni siquiera los propios grupos de carnaval, para solidarizarse con sus pares, en este carnaval tan especial.

Actúan 2 grupos por noche, 30 minutos cada uno, al menos en teoría.

La amplificación es de la intendencia, al igual que los focos de luces en el escenario, aunque lamentablemente no hay ningún juego de luces de colores, en pos de levantar el espectáculo.

La verdad… no hay clima de carnaval. Esto a medio hacer es raro, se siente raro. El cliché de «Salimos porque amamos el carnaval» no estaría siendo muy demostrativo, a no ser que ese amor esté en crisis.

¿Se sale por un ingreso económico o se sale por amor al arte realmente?

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