La incoherencia del protocolo y falta de sentido común

Si bien esta página es nueva, nuestro sitio de noticias hace casi 10 años que está presente en las redes y como periodista ya llevo 26 años. De estos 26, 20 siguiendo todos los pasos de nuestro carnaval.

En este marco de pandemia, y si tenemos un poco de sentido común, era lógico que llegado el momento no se iba a poder realizar la fiesta de Dios Momo. Muchísimo antes se había suspendido en Artigas, grupos fuertes de Montevideo, como Zíngaros, también se habían bajado tempranamente del concurso en pos de la salud.

Pero los uruguayos nos creemos muchas veces el centro del mundo. No podemos vivir sin carnaval. Se suspendieron las clases, fiestas, casamientos, eventos de años de trayectoria, pero la gran mayoría de los carnavaleros pensaron que don Covid iba a tomarse el feriado, aflojaba, hacíamos tablados y luego seguía el Covid.

Es así que muchos grupos, en todo el país, hasta comenzaron -en plena crisis- a preparar espectáculos con todos los gastos que corresponden, y endeudarse, porque después se paga con el dinero que otorgan las intendencias.

Lo que muchas veces critican muchos grupos de carnaval, el prendimiento a la teta del estado, ahora está presente en ellos también. Brasil solo en carnaval, mueve 1.500 millones de dólares y se suspendió. Y agua y ajo para los grupos.

Pero aterricemos en Paysandú. Era lógico y acertado la suspensión del desfile de carnaval. Pero en vista que desde el gobierno central, las autoridades de la salud recomiendan salir y teniendo el mayor anfiteatro del continente a cielo abierto, pensamos: «Es una pegada el carnaval en el anfiteatro. Hay lugar más que suficiente para cumplir con el protocolo»… pero no. Se suspendía el carnaval. Decisión acertada, frente a la realidad y el aumento de casos positivos en el país.

Pero de un día para el otro… todo cambia, hay una especie de mini carnaval porque hay que entregar el dinero que estaba destinado para esta fiesta y hay que justificarlo. Es así que los grupos quedan de rehenes de esta fiesta. Conclusión: Teatro de verano, solo para 240 personas con entradas gratuitas, uso obligatorio de tapaboca, uso de alcohol en gel y toma de temperatura, distanciamiento entre burbujas de 1,5 metros y funcionarios que controlan que todo se cumpla, pero con decisiones ilógicas.

Volviendo a los espectáculos, aunque no haya concurso, no son de alta calidad y se justifica, hubo que armar todo en 15 días, para colmo con indicaciones cruzadas en cuanto al protocolo. Autoridades le dijeron a una revista que evitaran coreografías en conjunto y no cambiaran las parejas, pero cuando tenían todo pronto. A otra revista no. No hay clima de carnaval, no hay luces de colores, los grupos hacen una especie de ensayo general, y cada vez va menos gente.

Por otro lado los protocolos se entienden pero tampoco dan a conocer que la intendencia prohíbe que en el teatro de verano se fume, se tome mate y en todo momento se debe tener el barbijo correctamente puesto; cubriendo boca y nariz, caso contrario amablemente viene un funcionario y le indica el error. Pero dato curioso: Hay cantina con venta de comestibles y bebidas dentro del mismo predio donde no te podes sacar el tapaboca a pesar de cumplir todas las medidas. O sea: ¿Como se explica entonces el uso del barbijo?

Por otro lado, la gente que mira del lado de afuera, ya sea desde la vereda del teatro o por encima del vallado, a unos 10 o 15 metros de distancia del escenario y remarco «Por fuera del espacio», también tienen que estar de tapaboca o se les pide que se retiren del lugar, porque «Hay que cuidar la salud de los artistas». Pero a 10 metros del teatro de verano, se realizan actividades y torneos deportivos, patrocinados por la misma intendencia que patrocina el carnaval, y no se aplica absolutamente ningún protocolo y no hay ningún control. Por otra parte el anfiteatro, se consignó a un privado para un gran evento que puede llevar hasta unas 5.000 personas.

¿La consigna era bajar el carnaval entonces? El protocolo solo se aplica para la fiesta del pueblo, pero mal contextualizado.

No arrancamos nada bien con esto. Y las murgas tienen más memoria que un elefante, tenemos cuplé hasta el año 2030 con todo esto.

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