A la actividad, realizada este miércoles 22 en Montevideo, también asistieron los subsecretarios de Industria, Walter Verri, y Ganadería, Juan Ignacio Buffa, así como representantes de la empresa Marfrig Global Foods, encabezados por su director general, Marcelo Secco.
La huella ambiental es un indicador multicriterio de impacto ambiental que refleja las consecuencias de la actividad humana o empresarial sobre el medio con la perspectiva de todo el ciclo de vida. Permite mejorar la competitividad y la eficiencia, mitigar los riesgos ambientales y optimizar las oportunidades, contribuye al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y fomenta la transición hacia un modelo de economía circular.
Delgado mencionó que el uso de esta herramienta se incorpora a los lineamientos políticos de este gobierno respecto a medir, certificar y hacer tangible el valor agregado ambiental, transparentando la información agropecuaria, porque así lo requieren, cada vez más, los mercados internacionales.
“Es fácil medir lo que se hace, es muy difícil medir lo que se evita, y Uruguay debe trabajar en eso, porque tenemos la base, que es la información fidedigna y confiable. Es una oportunidad como país. En todos los foros internacionales debemos discutir que nuestra producción de alimentos es responsable y convergente con la salud ambiental”, enfatizó el secretario de Presidencia.
También destacó la inclusión de los bonos verdes como un activo nacional que posibilita oportunidades de tasas y financiamiento de carácter ambiental con el objetivo de que el sector privado agregue valor.
Por su parte, Mattos indicó que la confianza en los bienes públicos es el gran paraguas en que se debe mover todo el sector productivo uruguayo y ejemplificó mencionando el sistema de trazabilidad individual sanitaria y el cuidado del ambiente. “Es una enorme oportunidad de demostrar el valor agregado ambiental y social del esquema productivo”, precisó.
“Nosotros emitimos y capturamos en nuestro sistema de producción. Tenemos un balance, y nuestra emisión se desintegra en la atmosfera mucho antes que la acumulación del carbono atmosférico producido por la quema de combustibles fósiles”, enfatizó.
A su turno, Peña sostuvo que el fin es integrar el sistema ambiental en los procesos productivos y comerciales. Añadió que Uruguay es líder y referencia en el mundo, lo que demuestra que el sistema de producción ganadera no incide en el cambio climático.
El jerarca enumeró los convenios internacionales firmados por el país y los compromisos asumidos en esta temática. “Uruguay quiere liderar estas herramientas. Vamos a explicar cómo reducimos la huella de carbono, así como la huella ambiental ganadera en aire, agua y suelo”, aseguró.
El premio al esfuerzo de contar con un sistema productivo sostenible debe incluir oportunidades de acceso a mercados preferenciales con rebaja de aranceles, subrayó.